Una pluma estilográfica es un instrumento de escritura más complejo de lo que podíamos pensar. Son varias las partes que componen su estructura y todas ellas juegan un papel vital para que la estilográfica funcione adecuadamente.
Si estamos pensando en adquirir en una pluma estilográfica es una buena idea conocer todas las partes que la componen, esto nos ayudará no solamente a identificar una pluma de buena calidad, sino también a entender su funcionamiento y sacar el mejor provecho de nuestra inversión.
Las partes principales de una pluma estilográfica son el cuerpo, cargador, plumín y capuchón. A continuación haremos un repaso por cada una de estas partes para comprender como se integran para formar una estilográfica perfecta.
El cuerpo
Esta parte puede ser construida de varios materiales, los cuales dependerán de la compañía y de la edición de la pluma, siendo que las plumas de ediciones limitadas hacen uso de materiales más exclusivos. Los materiales por los que pueden optar son celuloide, resina, auroloide, plata martilleada entre otros. Las plumas japonesas suelen distinguirse ya que acostumbran a cubrir los cuerpos con laca urushi, un material que les aporta un brillo y durabilidad inigualables. Un ejemplo son las plumas Namiki.
El cuerpo a su vez se divide en otras partes o porciones. La parte trasera la tienen las estilográficas que vienen con un sistema de alimentación de émbolo, es un sistema giratorio para ir cargando y puede estar construida del mismo material que el cuerpo.
El Barril o cuerpo central, es donde existe la mayor decoración teniendo distintos acabados utilizando metales como la plata, bronce, etc., se podría decir que es la parte más llamativa de la pluma. La zona de agarre, esta parte es la que antecede al plumín que generalmente queda cubierta por la tapa del plumín una vez que se juntan ambas.
El plumín
Se encuentra en el extremo de la pluma y es la parte que permite que escribamos y la última que toca la tinta antes de plasmarse en el papel. Esta porción es elaborada de varios materiales, pero predomina el acero y en ocasiones el oro, como ocurre con algunas estilográficas Montblanc.
Cuando se trata de plumines de oro, estos dependen de la exclusividad de la pluma, llegando a existir los plumines hechos en oro de 18k. El material del cual se fabrica el plumín debe ser inoxidable y es por lo mismo que se usa el acero o el oro, al ser materiales resistentes al sudor u otra sustancia líquida que podamos tener en nuestras manos y principalmente los dedos.
A pesar de ser una parte pequeña de la pluma, en su interior hay otras estructuras que vale la pena mencionar, entre ellas:
- La punta, es la parte más externa que también se acostumbra a llamar Iridium, porque anteriormente las puntas eran hechas con este material.
- La hendidura, esta se encarga de jalar o absorber la tinta para que esta pueda llegar a la punta. El agujero respiratorio, como su nombre lo dice, permite que el plumín respire y no se acumule mucha presión lo que podría impedir que se escriba cómodamente, es fácil de ubicarlo en el centro del plumín.
- El canal de aire y la tinta, lo ubicamos entre el agujero de respiración y la punta, transporta tanto la tinta como el aire que entró por el agujero. El alimentador, este canaliza la tinta para evitar un posible derrame y su forma es como de un peine con dientes bajo el plumín.
El capuchón
No solamente permite mantener el plumín protegido de caídas y golpes, sino que también evita que el aire se filtre a través de este y pueda alcanzar el cartucho de tinta provocando que esta se seque o que no fluya de manera correcta mientras escribimos.
Generalmente el capuchón cuenta con un diseño que conjuga con el resto de la estilográfica. La forma de cerrado dependerá del fabricante y puede ser a presión, magnético o por rosca. Actualmente la gran mayoría de las estilográficas vienen con capuchón de cierre a presión, el cual resulta ser el más simple y eficiente.
El cargador
Esta es una de las partes más importantes de la pluma estilográfica. Se encuentra en el interior del cuerpo o barril, almacenando la tinta. El tamaño del cargador varía dependiendo del tamaño de la estilográfica, aunque muchas de ellas procuran mantener un tamaño estándar que permite la utilización de cartuchos que se pueden conseguir fácilmente de forma comercial.
Los sistemas de rellenado de los cargadores dependen también del fabricante, esto puede hacerse mediante cartuchos desechables, o rellenando el cargador mediante diferentes sistemas, como el émbolo o el pistón.
Cada uno de los componentes de una estilográfica estarán sujetos a especificaciones concretas de las firmas fabricantes. Algunos modelos exclusivos incluso pueden estar elaborados en otro tipo de materiales como maderas preciosas y llegar a costar varios cientos de euros.